miércoles, 6 de febrero de 2008

CARTA A RASKOLNIKOVA

Acabo de ver un final trágico de la película Chinatown (con Jack Nicholson cuando era virgen). Es un final infeliz, como nos gusta. He pensado “esos finales nos gutan” y entonces sin darme tiempo a reaccionar te me has desbordado por la mente como en un ataque de pirañas y has tomado por asalto el aire del cuarto y los has vuelto azul y mi voluntad y mis manos non ha podido detenerte y te he visto frente a mí y te he sentido respirar en mi cuerpo y he sentido algo como…

Algo como un caballo de fuego que me corre por las venas haciendo vibrar mi cuerpo con cada palpitar de este corazón vivo por fin, infectado todo de vos. Es como un veneno de serpiente que me hace delirarte, como si fueras una negra y rica sombra de un camping nocturno, como si fueras un rico sorbo de mi boca llena de tu pisco mango. Es como si fueras el agua que escapa del hielo en una copa de daikiri limón. Es como si me llovieras en gotas del líquido tibio de tu cuerpo, como si te escurrieras sobre todo mi ser dejándome sobre la piel las huellas de tu boca en un camino de chupones. Es como si florecieras en mí con los pétalos de tu sexo palpitante; es como si fueras la semilla de todo lo que amo en el mundo. Es como si fueras vos siendo pensada por mí en esta noche interminable, es como si fueras vos echada sobre mi cuerpo comiéndonos la boca en este cuarto que desde que no estás se ha convertido en un presidio insoportable, en un hueco donde estuvo el sol, que con su ausencia, me ha dejado ciego de los ojos, de las manos, de la boca, de la nariz, pero sobretodo…de la lengua…

Y después de escribir esto he tratado de dormir…Y he visto amanecer y he dicho tu nombre y me has vuelto a quemar por dentro… Y he pensado: lo merezco.

Antanas Drake

4 comentarios:

Antanas Drake dijo...

Gracias por publicar mi relato. Va un abrazo fraterno.

Antanas Drake dijo...

Gracias por publicar mi relato. Va un abrazo fraterno.

Antanas Drake dijo...

Gracias por publicar mi relato. Va un abrazo fraterno.

Antanas Drake dijo...

Gracias por publicar mi relato. Va un abrazo fraterno.